Por José-Antonio Burriel
25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de la Violencia sobre la mujer. Me gusta más esta denominación, pues aunque la violencia de género sobre la mujer es una pandemia que debemos eliminar para conseguir la igualdad y dignidad de todos y que la sociedad sea verdaderamente libre, existen otras violencias sobre la mujer que no pueden caer en el olvido: discriminación salarial, visibilidad de sus acciones, etc.
Pero lo que no me gusta, o satisface, y lo repito todos los años en el 25 de noviembre es… ¡que la reacción de la sociedad se manifieste públicamente y con esfuerzos en este día, y después, en los días siguientes, las exigencias, los mensajes casi casi desaparezcan de las redes sociales y de los medios de comunicación! Cuando nos encontramos con un mal que afecta día tras día a la sociedad, no es suficiente con recordar la lucha de un modo solemne un día al año. ¡Todos los días, en todos los momentos del día existe la exigencia -el deber- de acciones que contribuyan a eliminar la violencia sobre la mujer en nuestra sociedad! Dicho esto –como cada año repito- desgranaré algunas sugerencias en este día “solemne”.
Da la impresión -¿será como otras veces mera palabrería?– que algunos partidos políticos se han tomado en serio un Pacto de Estado contra la violencia sobre la mujer?- ¡Ya iba siendo hora! O nos tomamos en serio los ciudadanos –y los diputados y senadores que nos representan- la eliminación de la violencia de género o… ¡seguiremos con los minutos de silencio, las velitas y alguna que otra pancarta!
Y algo se vislumbra de los contenidos de ese Pacto de Estado.
- Reforma de algunos contenidos de la Ley Integral
- Un acompañamiento judicial personalizado para hacer accesible a las víctimas la información sobre el procedimiento judicial. Digo yo… ¡que las víctimas pierdan el temor a las acciones de la Justicia y confíen en ella!
- Pautas y protocolos para la atención integral a las mujeres víctimas de violencia de género que retiran las denuncias presentadas. Y digo …su atención y protección son necesarias, pues las razones de la retirada de la denuncia no es precisamente por la no existencia de la violencia machista en sus vidas.
- Y añadiré algunas propuestas que ha hecho el Partido Socialista en las Cortes Valencianas (por cierto, algunas de esas propuestas están incorporadas en el acuerdo del Congreso de los Diputados y ya han sido mencionadas en párrafos anteriores)
- Potenciar los Servicios Sociales Municipales de atención a la mujer (la cercanía, añado, es clave)
- Formación específica de jueces, forenses, abogados, funcionarios y equipos psicosociales que intervengan en la jurisdicción de violencia sobre la mujer (un aplauso, muchos aplausos)
- Y, por supuesto, suficiente dotación económica.
Punto y pelota, como dicen los chavales. No sin antes recordar unas palabras poéticas de Pedro Salinas: “Que alegría vivir, sintiéndose querido. Rendirse a la gran certidumbre, oscuramente, de que otro ser, fuera de mí, muy lejos, me está viviendo. Que hay otro ser por el que miro el mundo, porque me está queriendo con sus ojos. Que hay otra voz con la que digo cosas no sospechadas por gran silencio. Es que también me quiere con su voz.”
Que seamos todos los ciudadanos la voz de las mujeres que quizás guardan silencio. Y la mano que les acompaño en el camino hacia la salida. Que sepan todas las mujeres víctimas de la violencia machista, que hay otro ser que les está queriendo.
¡Que todos los días sean Días del esfuerzo para eliminar la violencia sobre las mujeres!