Juan Ignacio Paz es Asesor Técnico del Gabinete de Estudios y Programas del Instituto Andaluz de la Mujer. Y es, asimismo, uno de los más prestigiosos especialistas en el tratamiento de la violencia de género en los adolescentes. Con motivo de una encuesta para un reportaje periodístico con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer, Juan Ignacio Paz respondió a diversas preguntas. Reproducimos hoy sus acertadas respuestas.
-¿Por qué la violencia de género no deja de aumentar entre los adolescentes?
No se si está aumentando o se esta visibilizando. Medir la violencia de género es complejo; el aumento de las denuncias o de las ordenes de protección concedidas no tiene que indicar que existan más casos que antes sino que se está reaccionando ante esos casos.
Lo que es cierto es que se está visibilizando una realidad social preocupante, que debería hacer que nos cuestionáramos que modelo de sociedad estamos creando si en las parejas jóvenes existe tanta violencia.
– ¿Qué ocurre en sus cabezas para que esa realidad sea posible?
Responden al modelo que se les ha transmitido.
Ellos han aprendido que su novia debe estar para todo lo que el quiera, que tiene que hacer las cosas como él piensa que está bien, que no debe tener amigos porque eso le da celos, que tiene que enrollarse con él cuando a él le apetezca… Y se siente legitimado para hacer que su novia cambie para adaptarse a ese modelo, utilizando lo que haga falta para ello.
Ellas aprenden que por amor se debe ceder, que el control es porque se preocupa por ella, que los celos son muestra de amor, que si lo quiere lo bastante él cambiará por ella… Y acepta mucha imposición de su novio por un falso concepto del amor.
– ¿Es una cuestión más de educación, de generaciones, de socialización?
Es una cuestión de socialización y de cómo no estamos dando una buena respuesta desde la educación.
Las chicas y chicos se están socializando con modelos de pareja desiguales. Eso es lo que desgraciadamente siguen viendo en la mayoría de los casos en sus familias y en su entorno; además los modelos de personas y de relaciones que se les ofrecen a través de películas, canciones, series, videojuegos… son sexistas y desiguales.
Y desde la educación no estamos abordando lo afectivo, las relaciones. La educación para la igualdad se ha centrado en lo público, pero no suele abordar lo íntimo, los afectos, las relaciones… La educación sexual se queda en lo anatómico, pero no aborda lo afectivo-emocional.
Y no estamos educando en modelos de masculinidad igualitarios a los chicos.
– ¿Cómo influyen programas de televisión o películas con contenidos sexistas?
¿Cuantas películas, series o anuncios nos siguen mostrando modelos de hombre y de mujer basados en planteamientos sexistas y desiguales? ¿Cuantos nos siguen mostrando parejas desiguales y con roles tradicionales?
¿En cuantas series juveniles no seguimos viendo como el “chulito”, el “castigador”, el chico que trata mal a las chicas, es quien triunfa con las chicas, mientras que el chaval responsable y respetuoso es un pardillo que no liga nada?
¿Cuantas películas nos muestran a la chica que se sacrifica y cede a todo por él, y su novio al final cambia por ella?
De esos contenidos es de donde aprenden los modelos de pareja y de relaciones, sexistas y desiguales.
A eso tenemos que añadir el aprendizaje del amor desde un falso romanticismo que enseña a ceder por amor, a tolerar lo intolerable, a considerar los celos muestra de amor, a invisibilizar el aislamiento…a tolerar la violencia.
– ¿Qué decirle a un adolescente para no convertirse en maltratador o víctima de maltrato?
Que la pareja en igualdad es la única que nos puede dar felicidad; que la desigualdad, ademas de causar daño a la chica, hace que se construyan parejas infelices y disfuncionales.
Que no es fácil y que tendrán que construir una relación “sin instrucciones”, pero que merece la pena
Que solo desde el respeto, la comunicación y la confianza se puede convivir. Que la violencia es inaceptable y nda puede justificarla.
Que, como dijo Mary Wollstonecraft, “el amor solo es posible entre libres e iguales”
– ¿Cómo pueden los padres detectar que sus hijos/as son víctimas de maltrato?
Es imprescindible mantener una comunicación fluida con las adolescentes, pese a las dificultades que esta etapa genera. Hablar y preguntar por sus preocupaciones, por sus alegrías, por su cotidianeidad es la mejor “vacuna”.
Hay que estar atentos a los cambios que presenta y no achacarlos de manera automática a “las adolescentes son así”, pensar si esos cambios (en su rendimiento escolar, en sus actividades, en su imagen, en sus relaciones…) ocurren desde que tiene pareja.
Hay que formarse en violencia de género para aprender a detectar las primeras señales, que generalmente van a ser sutiles y a estar invisibilizadas, pero que siempre son el aislamiento, el control y la desvalorización.