Por José Antonio Burriel, presidente de la Asociación No Más Violencia de Género “José Antonio Burriel”.
Artículo con reflexiones al respecto de la reunión mantenida el miércoles 3 de septiembre entre Ana Mato,Ministra de Igualdad y la presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona. Podéis acceder aquí a la nota de prensa, con subrayados sobre los aspectos más relevantes.
Si repasan dichos subrayados míos, se puede advertir la importancia:
- Poner todos los medios para alcanzar un Acuerdo Social en la lucha contra la violencia de género.
- Implementar las campañas de sensibilización
- Impulsar la denuncia (Hay salida)
- Reforzar la protección de la mujer
- Formación especializada
- Estrechar el cerco al agresor
Estas son mis reflexiones personales. Vaya por delante que espero, deseo y confío que las medidas tratadas sean efectivas en el menor tiempo posible.
Acuerdo social
Insistir en la necesidad de un Acuerdo o Pacto social es “de Perogrullo”: la lucha contra la violencia de género no es –ni debe de serlo nunca- un tema de confrontación política, un “arrojarse piedras unos a otros”. Que se presenten iniciativas, que exista crítica es normal en la vida democrática. Pero no se trata de “apuntarse un tanto”, sino de mejorar propuestas e iniciativas. ¡Solamente todos a una, hombro con hombro, lograremos derrotar a la violencia de genero!
Bien haría el Ministerio en escuchar opiniones de expertos y de asociaciones.
Por cierto, atención al “machismo rampante” que no desaprovechará la ocasión –véanse algunos comentarios en algunos medios de comunicación- para insistir en “el cuento chino” del hombre atacado y maltratado por las leyes.
“Hay salida”. Y la denuncia es la puerta para la protección de la mujer y para la actuación policial y judicial. Pero “esa puerta” también debe de ser potenciada por los familiares, amigos, compañeros y vecinos de la mujer víctima de violencia de género. Y no solamente para que la mujer sienta la compañía de quienes la conocen y de quienes la quieren, también para que la mujer deje a un lado sus dudas y reticencias y se decida a denunciar.
Tengo claro que si se refuerza el sistema de protección de la mujer, la mujer confiara más en el sistema. Pero echo de menos que las campañas de sensibilización no hagan referencia a los consejos que se pueden dar a los familiares, amigos, compañeros y vecinos, de cómo ayudar a la mujer a dar el paso de la denuncia.
Por cierto, las campañas de sensibilizacion no deben quedar reducidas al Minsterio o a las instituciones públicas. Las asociaciones profesionales, las asociaciones de vecinos, etc., deben sumarse esas campañas y promover las suyas propias.
Impulsar la denuncia
Y me parece bien que entre las medidas que se propone poner en marcha el Ministerio se haga mención de la asistencia jurídica gratuita previa a la denuncia: la mujer se sentirá acompaña y asesorada, la denuncia será más rotunda y explicita. Me imagino que el Ministerio impulsara a los Colegios de Abogados para que la presencia del letrado sea lo más rápida posible, y que esa asistencia se fundamente en una especialización profunda en violencia de genero.
Por cierto, echo de menos que no se hable de una asistencia psicológica inmediata, incluso antes de redactar y firmar la denuncia.
Reforzar la protección. La valoración del riesgo
Coordinación total en esa protección. ¡Absolutamente necesaria! Por cierto, no estaría de más que se hablara de las Policías Locales.
A veces, se actúa demasiado deprisa. Y los órganos judiciales tomas medidas, también valoran el riesgo, sin la presencia de funcionarios policiales, aquellos que van a hacerse cargo, de un modo y otro, de la protección de la mujer.
La valoración del riesgo. Que debe mejorarse es evidente, y en ello se está. Pero… ¿Por qué además del cuestionario de valoración del riesgo el conocido como VioGen- no se tienen en cuenta otras datos que permitirían proteger mejor y más eficazmente a la mujer? Por ejemplo, informes de la Policía local acerca el agresor –en poblaciones pequeñas se puede conocer mejor la agresividad del maltratador. Informes de vecinos y amigos y familiares. Etc. Y ni que decir tiene el informe de la unidad de valoración forense. Pero claro, son muchos los juzgados que no son atendidos de inmediatos por los especialistas forenses. Implementar su presencia sería importante y eficaz.
Y los jueces y fiscales deben analizar las valoraciones de riesgo y poner en una balanza el peligro para la vida e integridad de la mujer y los derechos del agresor todavía no condenado.
Formación especializada.
De la formación especializada hemos tenido múltiples noticias en estos años de vigencia de la Ley Integral. Algo se ha mejorado, pero a todas luces insuficiente.
Jueces que acceden a los juzgados de violencia sobre la mujer sin haber recibido una formación completa. Y no digamos nada de aquellos juzgados –los llamados “mixtos”- que tienen competencias sobre la violencia de género y que no están preparados – o la preparación es mínima-.
¿Funcionarios judiciales? Dejando aparte su buena voluntad, ¿qué formación tienen? Y no es necesario pensar mucho: por parte del Ministerio de Justicia o de quien tenga las competencias se organizan cursos adecuados de formación y se exige esa formación para trabajar en esos juzgados.
Y de los agentes policiales… ¡para que insistir! Algo, muy poco debo decirlo por mi experiencia, se ha avanzado en esa formación. ¿Para cuándo aun agente especializado en violencia de género en todas y cada una de las comisarías y cuarteles de la Guardia Civil que sea quien atienda las denuncias? Que eso cuesta dinero, por supuesto. Pero luchar con eficacia contra la violencia de género no debe ser -¡jamás!- cuestión de dinero.
Estrechar el cerco al agresor
¡Son los agresores lo que deber sentir miedo y las mujeres víctimas de violencia de género!
Miedo de ser detenido. Miedo de que caiga el peso de la ley sobre ellos. Miedo de que sean señalados por la gente como presuntos delincuentes. Miedo de que quienes conviven en su entorno piensen –y así lo manifiesten- que son unos retrógrados que todavía no han asimilado la igualdad y dignidad de todas las personas, que viven –permítaseme que lo exprese de este modo- en la “oscuridad” de tiempos pasados.
Punto final
No me alargo más, bastante lo he hecho ya. Pero sería muy importante que los profesionales sanitarios, los trabajadores sociales, los educadores, etc. dieran un paso al frente más decidido. Otro día este tema. Valdría la pena que las autoridades trataran en asunto. Yo me pregunto muchas veces: ¿Cuándo una mujer es asesinada, nadie tenía noticia de que estaba siendo víctima de violencia de género?
Os dejo de nuevo el enlace a la nota de prensa para que podáis leer detenidamente lo que se habló en la reunión y comentarlo junto con las reflexiones propuestas.
Ana María Luz Rodrigo Severiche
6 septiembre, 2014 en 15:09
Considero que los pasos que ustedes han compartido en su artículo son importantisimos en el combate contra la violencia hacia la mujer. debemos difundirlos y ponerlos en práctica sobre todo en sociedades como la boliviana, donde es normal,y se ha generalizado tanto esta violencia ya física o psicológica inclusive la violencia sexual, que forma parte de nuestra mentalidad, sólo cuando es extrema se la denuncia, y tampoco en esos casos se hace algo, inclusive a las autoridades y al gobierno, les importa muy poco sobre la vida de las mujeres.
No más violencia de género
8 septiembre, 2014 en 13:29
Ana María, muchas gracias por tu comentario. En eso estamos, luchando para que día a día para acabar con esta lacra. Saludos.