#UnHomeDeVeritat, Ser persona, ser hombre

Jose-Antonio Burriel.

Rescato de mis archivos un spot radiofónico que tantas veces he empleado en artículos y conferencias. “Antes de matarla, la amenazó… ¡con matarla! Antes le dio mil palizas. Eso fue antes. Mucho antes le dio un puñetazo, y antes un tortazo “de nada”. Antes le había amenazado con el puño y antes había golpeado la pared como si la pared fuera ella. Antes había dado un millón de gritos, y antes la insultó delante de los niños. Pero antes pasaron más cosas. Antes le dijo: ¿quién te crees que eres?, y antes de eso, “pareces tonta”, y antes ni se fijó en que ella lloraba, Eso fue antes, Antes, porque antes hubo tantas cosas…. ¿alguna vez te has preguntado en que momento un hombre deja de ser hombre?”

Persona, según el diccionario de la RAE significa: individuo de la especie humana, hombre o mujer. Por consiguiente, toda persona es igual a las demás personas. ¡Punto  y pelota! ¡Igualdad absoluta!

¿A qué viene el que una persona, hombre, se considere superior a otra persona, mujer? ¡Eso se llama machismo! Por ello añado: ¿Si un hombre, persona, se considera superior a la mujer, persona, que es, persona u otra cosa? No entiendo nada. De ahí las palabras finales del spot radiofónica: cuando el hombre se considera superior a la mujer… ¡deja de ser hombre, pierde su dignidad de persona!

Y, estando de acuerdo con la campaña “#UnHomedeVeritat”, yo digo: un hombre. Porque un hombre que pierde su dignidad por considerarse superior a la mujer, no es tal, no es hombre.

CAMBIAR LA SOCIEDAD

Escuché a Mónica Oltra, vicepresidente de la Generalitat Valenciana en la presentación de un libro de relatos muy centrados en la violencia de género, algo que me sedujo: me disgusta oír hablar del machismo como una lacra o endemia o pandemia. ¿Por qué?

Lacra es un defecto o vicio que marca a una persona o, especialmente, a la sociedad. Es una endemia una enfermedad que ataca a un gran número de personas durante un mismo tiempo. Y pandemia es una nueva enfermedad causada por un nuevo virus, que afecta a la población y que causa un grave perjuicio.

Y añadía la vicepresidenta: sabemos cuál es el virus, hay que atajarlo; y el virus es el machismo; pongamos el acento para “sanar” a la sociedad en el hombre. Y no lo dijo la vicepresidenta, pero lo digo yo: el virus es el hombre.

¿Remedio? No se trata, en mi opinión, en poner en marcha una vacuna, de poner límites a su pretensión de superioridad.  Se trata de recordar al hombre que si se considera tal, persona, debe respetar a las demás personas como iguales.

ENRIQUECERSE O DEGRADARSE

Y cuando el hombre, persona de género masculino, se esfuerza en vivir la igualdad y defenderla, se enriquece, es… ¡más hombre, es definitivamente hombre! Lo contrario es degradarse, dejar de ser hombre, persona.

Y en eso estoy: en enriquecer mi vida como hombre defendiendo, porque así es, la igualdad con la mujer. Y en ese enriquecimiento va la intención de la campaña de la Generalitat Valenciana: que el hombre, todo hombre, demuestre su dignidad viviendo la igualdad. ¡A por ello, que es posible!