por José Antonio Burriel, presidente de la Asociación No Más Violencia de Género “José Antonio Burriel”
De vez en cuando aparecen noticias sobre la violencia de género en los medios de comunicación que me causan sorpresa unida a indignación. Por ejemplo, el comentario aparecido hace unos días sobre una sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya en la que se ratifica la sentencia condenatoria del Juzgado de lo Penal.
Entre otras cosas, y quizás extrañado el comentarista de la claridad y rotundidad de la sentencia, decía: la sentencia es un curso de conocimiento de la violencia de género: “Este delito –afirmaba la sentencia- debe ser considerado un problema social de primera magnitud y no solo como un problema de la intimidad de la pareja. El maltrato es una situación de dominio y poder de una persona sobre la pareja y los menores”. ¡Vaya descubrimiento de la Audiencia de Vizcaya, como si no se entendía la violencia de género de ese modo! Bueno, a lo mejor, y dicho sea con el debido respeto, lo acaba de descubrir el tribunal. Aprovecho la ocasión, dicho sea también con el debido respeto, no estaría de mas que todos los tribunales entendieran correctamente la naturaleza de la violencia de género; tribunales, abogados, médicos, policías, etc. Todavía existe una fuerte implantación del sistema patriarcal-machista en la sociedad…. ¡problema de la intimidad de la pareja, entre las cuatro paredes del hogar, la mujer es inferior…!
Otra noticia de hoy mismo, y que os transcribimos a través de Servimedia: “El Gobierno está trabajando en la recogida no sólo de los datos sobre las víctimas mortales, sino también de las mujeres que sean heridas por su pareja o ex pareja “con el fin de visibilizar todas las caras de la violencia de género”. ¡Ya iba siendo hora! Porque la violencia de género no solamente existe cuando se asesina a una mujer por parte de la pareja o expareja, también cuando se le producen lesiones físicas. ¡También cuando se produce la violencia psicológica! No supondría mucho esfuerzo el incluir en las estadísticas las sentencias condenatorias por amenazas, intimidación, injurias, etc.; es decir, violencia psicológica. A ver si, de una vez por todas, la sociedad visibiliza la violencia de género, y no solo la constata cuando se produce un asesinato. Así lo confirma el Ejecutivo de Mariano Rajoy en una respuesta a la pregunta formulada por escrito al Congreso por la diputada socialista María José Rodríguez.
En el documento, al que tuvo acceso Servimedia, el Gobierno recuerda que la ley establece la obligatoriedad a los profesionales sanitarios de elaborar el parte de lesiones cuando perciban cualquiera que pueda ser constitutiva de una falta o delito de lesiones. Asimismo, los facultativos tienen que comunicar el hecho a la autoridad judicial para que se pueda llevar a cabo la investigación pertinente y tomar las medidas adecuadas.”
Importantísima cuestión porque esos partes de lesiones –bien cumplimentados, sin ambigüedades- son pruebas para el juicio.
Y se ha insistido por el Gobierno, también por los expertos, la importancia de la intervención del personal sanitario en la atención primaria. No voy a insistir en algo que he recordado en las últimas semanas un montón de veces, pero en la atención primaria se puede ayudar a la mujer victima de violencia de género a romper su silencio. Y no se está haciendo, digámoslo claramente. Campañas, documentos, guías y manuales existen. ¡Que se pongan en práctica es urgente!
Enlace a la Noticia de Servimedia en el periódico El Mundo.